Comentario
De cómo el gobernador socorrió a los que estaban con Gonzalo de Mendoza
Vista esta segunda carta, y las demás querellas que daban los naturales, el gobernador tornó a comunicar con los religiosos, clérigos y oficiales, y con su parescer mandó que fuese el capitán Domingo de Irala a favorescer los indios amigos, y a poner en paz la guerra que se había comenzado, favoresciendo los naturales que recebían daño de los enemigos; y para ello envió cuatro bergantines, con ciento cincuenta hombres, demás de los que tenía el capitán Gonzalo de Mendoza allá; y mandó que Domingo de Irala con la gente que fuesen derechos a los lugares y puertos de Guazani y Tabere y les requiriese de parte de Su Majestad que dejasen la guerra y se apartasen de hacerla, y volviesen y diesen la obediencia a Su Majestad; que fuesen amigos de los españoles; y que cuando siendo así requeridos y amonestados una, y dos, y tres veces, y cuantas más debiesen y pudiesen, con el menor daño que pudiesen les hiciesen guerra, excusando muertes y robos y otros males, y los constriñesen apretándolos para que dejasen la guerra y tornasen a la paz y amistad que antes solían tener, y lo procurase por todas las vías que pudiese.